Yun Boutique y Keenobby: Un encuentro casual y destellos del destino

Los antiguos chinos creían que nuestras vidas estaban regidas por poderosos lazos predestinados. La primera vez que conocí a Mylène Chambru Dubois, la fundadora de Keenobby , en una cafetería de Brooklyn, supe que estaban a punto de suceder cosas asombrosas.

Mylene se siente exactamente como una rosa fresca de primavera de París. Como emprendedora inspiradora, ha estado buscando personas inspiradoras y especiales en Nueva York durante años, porque está comprometida a mostrarles a los neoyorquinos un momento maravilloso, aprendiendo mientras se divierten, a través de Keenobby. En su entrevista con cada experto en Keenobby, no solo busca lo que hacen, sino cómo lo hacen y por qué.

Soy la fundadora de Yun Boutique , una empresa de joyería de la ciudad de Nueva York. Nuestros diseños están inspirados en la divina cultura china y reflejan mi propia fascinación por los valores y creencias tradicionales chinos. Cada pieza de joyería transmite hermosos mensajes de la divina cultura china. Mi esperanza es que te ayuden a ti, el usuario, a convertirte en la persona que aspiras a ser. Esa, al menos, es la inspiración detrás de esta marca que he obtenido de mi propia cultivación personal en Falun Dafa, una antigua práctica de meditación china: la vida es un viaje de autocultivo espiritual, de convertirnos en nuestro mejor yo original.

Lamentablemente, Falun Dafa ha sido perseguido en China continental durante casi dos décadas. Como chino, no tenía ni idea de ello, debido a la censura de los medios de comunicación, hasta que llegué a Nueva York. En 2010, fui un estudiante de intercambio en la Stern Business School de la Universidad de Nueva York y, tras enterarme de que practicantes inocentes habían sido enviados a campos de trabajo , torturados para que renunciaran a sus creencias o incluso asesinados para poder vender sus órganos con fines lucrativos , no pude permanecer en silencio. Y, sin embargo, apenas podía mantener una conversación normal con mis propios amigos y compañeros de clase chinos para contarles lo que había aprendido. Años de propaganda habían demonizado tanto esta inocente práctica, que algunos chinos se mostraban indiferentes (o la odiaban o la temían) ante la persecución.

Y por eso empecé mi negocio de joyería. Creo que el gran arte es un legado que tiene el poder de traer valores trascendentes y cosas de belleza eterna a nuestras vidas. Quiero construir un negocio de joyería que realmente represente esto, para compartir con el mundo la paz y el poder que he encontrado en mi propio viaje, y el coraje y la dignidad que he encontrado en otros a lo largo del camino. El arte inspirado en lo divino es capaz de disolver la ignorancia y el odio, y nos eleva a todos.

Cuando compartí la historia de mi marca con Mylene, vi que ella también valoraba sinceramente los valores e ideales que yo valoro. En ese momento supe que Keenobby era la plataforma perfecta para compartir mi marca y mi trabajo con el mundo, porque Mylene realmente entiende y valora a los artistas. Al igual que Mylene, yo también estaba haciendo mi propia entrevista: elegí a Mylene y a Keenobby no solo por lo que hacen, sino por cómo y por qué lo hacen.

Editado por Matthew Robertson